La educación como arma política

La educación es la base angular para el desarrollo de las naciones. Un país sin una buena educación no crece, no se supera, se podría decir que no existe. Es claro que el crecimiento económico, cultural y político de una patria tiene que ver directamente con el nivel educativo de sus ciudadanos, por supuesto, aunado a un sistema que impulse su desarrollo.

Pero ¿qué hacer cuando los dirigentes manejan la educación en base a sus intereses políticos?, poco o nada, como sucede en México. Desgraciadamente vivimos en un país que todos los sucesos de interés público son politizados, entre ellos la educación. Basta con analizar el poder que ha adquirido la chiapaneca Elba Esther Gordillo, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Ella tiene la influencia de persuadir a todo el magisterio del país para que en conjunto voten por cierto partido en tiempos de elecciones.

Como lo que sucedió en los comicios presidenciales del 2006, que estaban entre el "azul" o el "amarillo", que finalmente se decidieron por el azul y por consecuencia ganó el candidato panista Felipe Calderón. Este suceso se supo porque Andrés Manuel López Obrador, ex candidato por el PRD, dio a conocer algunas conversaciones telefónicas entre la Gordillo y el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, priista por cierto, en donde la maestra trata de persuadir al gobernante para apoyar al candidato panista. ¿Qué tiene que estar hablando una lideresa sindical con un gobernador?, para que vean el poder de la maestra.

Por cierto, Elba Esther Gordillo, es la presidenta de SNTE desde 1989, más de 20 años como cabeza del sindicato magisterial. En ese periodo ya han pasado cuatro presidentes; Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. ¡Vaya respeto que le tienen a la maestra desde los pinos!. Hay que recordar que ya han caído varios líderes sindicales como Martín Esparza, del SME; Joaquín Hernández Galicia "La Quina", líder petrolero; y el ahora autoexiliado en Canadá Napoleón Gómez Urrutia, cabeza del sindicato de mineros.

Durante su vida política Elba Esther ha sido diputada federal y senadora en varias ocasiones, además de ocupar cargos en el PRI y actualmente se considera la lideresa del Partido Nueva Alianza. Un dato curioso, es que cada maestro perteneciente al SNTE debe pagar una cuota de 53 pesos a la quincena para financiar al sindicato, una cifra relativamente baja. Pero al sumar todos los pagos de todos los maestros la cifra equivale a los 120 millones de dólares anuales, una cifra absolutamente alta. ¿Qué se hará con todo ese dinero?. Mientras tanto los profesores tienen un sueldo raquítico, existen muchos niños que no tiene acceso a la escuela y la infraestructura de los centros escolares es mala.

Mientras que las autoridades no se preocupen por mejorar la calidad educativa el país no se desarrollará. Mientras que la educación básica siga siendo utilizada como brazo político, las cosas seguirán igual. Pero la politización de la educación no solamente es en los niveles básicos, también a nivel superior existe, como sucede en la UDG con Raúl Padilla, pero esa es otra historia.

Hasta la próxima.