Es de todos sabido que los políticos mexicanos, en su mayoría, tienen una pésima imagen ante los ciudadanos. Y no es para menos. El manejo de la administración pública, por parte de los estadistas, ha dejado mucho que desear durante la vida política del país. México es una nación con mucho potencial para crecer en lo cultural, político y económico, 200 años de historia independiente respaldan la riqueza con la que cuenta esta gran territorio. A estos dos siglos de vida autónoma tenemos que agregarle el vasto patrimonio cultural que dejaron los pueblos prehispánicos.
Desgraciadamente a los malos manejos de los gobernantes el potencial crecimiento de México no se ha logrado. Entre los factores que han impedido el desarrollo de la nación es que la población ya no cree en los políticos. Prácticamente no existe alguna percepción favorable por parte de los ciudadanos hacia los gobernantes. Hoy en día, decir político es sinónimo de ratero, sin vergüenza, corrupto y demás epítetos que denigran la imagen de los estadistas mexicanos.
Para lograr que el país logre desarrollarse plenamente en todos los ámbitos, principalmente el económico, la gente debe creer en los políticos. Es una tarea muy difícil, pero indispensable para dar ese gran impulso que la nación necesita. Hay que precisar que esa imagen negativa se debe revertir con el trabajo responsable, honesto, ético y, sobre todo, teniendo un contacto más cercano con la ciudadanía. Los gobernantes deben conocer las necesidades e inquietudes de la población, el mismo pueblo que los llevó al poder a través de las urnas.
Pero no solamente se trata de tener conocimiento de las inquietudes de la ciudadanía, también hay que darle respuesta. Así, teniendo como base un buen trabajo en la administración pública, los políticos lograrán, poco a poco, limpiar la mala imagen que en general se tiene de ellos. Sobre todo hacer un trabajo que denote confianza, limpieza y compromiso con la ciudadanía. Sin duda estas acciones ayudarán a que los mexicanos tengamos más seguridad en ellos.
Los políticos deben tener más contacto con los ciudadanos. En un mundo en el que nos invaden las tecnologías electrónicas, no hay pretextos para dejar de hacerlo. Un claro ejemplo son los diputados, alcaldes y gobernadores que utilizan las redes sociales, como twitter y facebook, para tener un contacto más cercano con la población. Ese es un pequeño detalle que la gente valora y da la sensación de que por fin se siente atendida por sus representantes. Aunque estos esfuerzos de comunicación con la población son muy buenos aún falta mucho. Llevar esas herramientas a gran escala serviría de mucho para lograr una mejor retroalimentación entre el político y el ciudadano. Así se conseguirá que el pueblo sienta más de cerca a los gobernantes.
México está ávido de líderes competentes, comprometidos y con un perfil que sea capaz de sacar del estancamiento al país. Y la mejor manera de tenerlos es que comiencen por comunicar una imagen que inspire confianza, todo ello basado en un trabajo ético, profesional y honesto con la nación. Al cambiar esa percepción negativa sobre los políticos, apoyada en una labor propositiva, seguramente se lograrán las acciones que la nación necesita para desarrollar su potencial cultural, económico y social.
Desgraciadamente a los malos manejos de los gobernantes el potencial crecimiento de México no se ha logrado. Entre los factores que han impedido el desarrollo de la nación es que la población ya no cree en los políticos. Prácticamente no existe alguna percepción favorable por parte de los ciudadanos hacia los gobernantes. Hoy en día, decir político es sinónimo de ratero, sin vergüenza, corrupto y demás epítetos que denigran la imagen de los estadistas mexicanos.
Para lograr que el país logre desarrollarse plenamente en todos los ámbitos, principalmente el económico, la gente debe creer en los políticos. Es una tarea muy difícil, pero indispensable para dar ese gran impulso que la nación necesita. Hay que precisar que esa imagen negativa se debe revertir con el trabajo responsable, honesto, ético y, sobre todo, teniendo un contacto más cercano con la ciudadanía. Los gobernantes deben conocer las necesidades e inquietudes de la población, el mismo pueblo que los llevó al poder a través de las urnas.
Pero no solamente se trata de tener conocimiento de las inquietudes de la ciudadanía, también hay que darle respuesta. Así, teniendo como base un buen trabajo en la administración pública, los políticos lograrán, poco a poco, limpiar la mala imagen que en general se tiene de ellos. Sobre todo hacer un trabajo que denote confianza, limpieza y compromiso con la ciudadanía. Sin duda estas acciones ayudarán a que los mexicanos tengamos más seguridad en ellos.
Los políticos deben tener más contacto con los ciudadanos. En un mundo en el que nos invaden las tecnologías electrónicas, no hay pretextos para dejar de hacerlo. Un claro ejemplo son los diputados, alcaldes y gobernadores que utilizan las redes sociales, como twitter y facebook, para tener un contacto más cercano con la población. Ese es un pequeño detalle que la gente valora y da la sensación de que por fin se siente atendida por sus representantes. Aunque estos esfuerzos de comunicación con la población son muy buenos aún falta mucho. Llevar esas herramientas a gran escala serviría de mucho para lograr una mejor retroalimentación entre el político y el ciudadano. Así se conseguirá que el pueblo sienta más de cerca a los gobernantes.
México está ávido de líderes competentes, comprometidos y con un perfil que sea capaz de sacar del estancamiento al país. Y la mejor manera de tenerlos es que comiencen por comunicar una imagen que inspire confianza, todo ello basado en un trabajo ético, profesional y honesto con la nación. Al cambiar esa percepción negativa sobre los políticos, apoyada en una labor propositiva, seguramente se lograrán las acciones que la nación necesita para desarrollar su potencial cultural, económico y social.
Hasta la próxima
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