Desgraciadamente tenemos la costumbre de "todo dejarlo para el último" y justificamos con la típica frase "al fin y al cabo que bajo presión sale mejor". Pero no. Las cosas no salen mejor, simplemente existe un conformismo al haber una única salida y no se tiene la suficiente visión para manejar otras posibilidades que mejorarían nuestro trabajo sustancialmente.
Y para muestra la política. ¿Cuántas veces hemos visto que por la premura de inaugurar una obra pública los gobernantes hacen todo mal?, muchas. Y para muestra, no sólo uno, miles de botones. Políticos hay muchos, y políticos que sólo quieran salir en la foto al ponen en marcha una obra, hay más. Bueno, está bien que se tomen la foto del recuerdo, pero no se vale que lo hagan cuando el resultado es deficiente o cuando ni siquiera está terminado.
Basta con mirar el sexenio del presidente Vicente Fox, en el cual hubo dos obras, una cultural y otra deportiva, que al poco tiempo de ser abiertas se descubrieron fallas en su infraestructura. Una de ellas, la Biblioteca Vasconcelos, es considerada como la obra cultural más importante durante la administración de Fox. Esta "magna" construcción fue inaugurada en mayo del 2006, a dos meses de la elección presidencial, obvio en este caso la prisa era para que el mandatario en turno atrajera votos para su partido. ¿Pero qué pasó después?, lo mismo de siempre, algo hecho al "ahí se va", como normalmente sucede, salió mal.
A poco menos de un año de haber iniciado operaciones la Biblioteca Vasconcelos tuvo que cerrar por cerca de tres mil deficiencias que se lograron documentar, entre ellas fugas en el drenaje, filtraciones de agua y elevadores inservibles. El inmueble estuvo cerrado por 21 meses, lapso por el cual se repararon algunas deficiencias. Es el típico caso de: "lo dejamos para el último, lo hacemos rápido, lo presentamos y ya después ahí veremos", fatal.
Otra de las obra inauguradas por Fox con "bombo y platillo" fue el Centro Nacional de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR). Nuevamente con la premura de inaugurar la obra antes de terminarla con el fin de "tomarse la foto" antes de que el mandatario terminara su mandato. Y nuevamente al poco tiempo de su apertura, se encontraron deficiencias. Una de ellas, la más relevante, fue el hundimiento de siete centímetros que sufrió la alberca olímpica, a tan sólo dos meses de su inauguración. ¡Vaya, tiempo récord!. Sin duda otro ejemplo que lo hecho al "ahí se va", está mal hecho. Dicha obra fue estrenada el 27 de noviembre del 2006, a cuatro días de que Fox dejara la presidencia.
Y así tenemos muchos ejemplos: el Macrobús de Guadalajara sin señalizaciones y semáforos inservibles; las banquetas de Avenida Vallarta y sus problemas en la construcción; las obras del centro histórico de la perla tapatía que todavía no se concluyen a más de cuatro meses de haber terminado la administración responsable de la obra; el Parque Morelos que hoy parece zona de guerra por la fallida Villa Panamericana; entre muchas más.
Para que México sea un país desarrollado en todos los ámbitos, principalmente en lo económico, debemos comenzar con una cultura de la planeación, de tener el hábito de realizar todo a tiempo, sin prisa. Sin duda estos factores son clave esencial para el crecimiento y el éxito social, político y económico del país.
Hasta la próxima
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